Todos los estudios realizados subrayan la importancia del contacto con la naturaleza en la infancia
Cognición
Desarrollo cognitivo
La capacidad de concentración de los niños y las niñas mejora de forma significativa cuando están en contacto la naturaleza; además, su efecto positivo perdura en el tiempo.
Estar al aire libre los anima a observar, investigar y estudiar los fenómenos de
su entorno con suma atención, sobre todo cuando comienzan a descubrir la actividad
y el comportamiento de otros seres vivos. Cuando entran en la etapa de Primaria siguen mejor el contenido de la clase y prestan más atención, argumentan mejor su opinión y hacen sus deberes de forma más independiente.
Häfner, P. (2002). Kindergarten in nature and forest in Germany : an alternative to traditional kindergarten in the Pre-school education – Universidad de Heidelberg. Más info
Emoción
Desarrollo emocional y creativo
Estar en contacto con la naturaleza aumenta la resiliencia de los niños y niñas y ayuda a desarrollar la habilidad para sobrellevar eventos estresantes.
Y es más, en la naturaleza los niños y niñas crean sus propios objetos de juego partiendo de una base casi infinita de materiales no estructurados, es decir, todo lo que encuentran allí: frutos de árboles, piedras, palos, etc.
Estas condiciones estimulan, por lo tanto, la creación de sus propias ideas, reglas e historias. Como demuestran varios estudios, cuando juegan en la naturaleza, los niños y las niñas alimentan su fantasía y dan rienda suelta a su imaginación y creatividad.
Wells y Evans (2003) : Nearby Nature: A Buffer of Life Stress among Rural Children. Más info
Socialización
Desarrollo social
La inmersión en el medio natural ayuda a despertar la consciencia de los niños y niñas respecto del grupo (¿dónde están los demás?), dado que el espacio y las distancias dentro de los cuales se mueven son considerables y también las situaciones (cruzar un río, trepar árboles) requieren una atención elevada hacia sí mismos y hacia los demás.
Como la naturaleza ofrece materiales no estructurados, son los niños y niñas los que les dotan de propiedades. A partir de elementos muy sencillos, piedras, frutos, palos, hojas, ellos crean sus propios roles, juegos y juguetes. Esto, quizás, explica por qué, de forma muy significativa, se relacionan en un entorno de igualdad. No existen diferencias por razones de género en las actividades que ellos mismos crean y proponen.
El alumnado que ha estudiado en escuelas al aire libre entra en Primaria resolviendo conflictos de forma más pacífica y muestra un alto nivel de responsabilidad y consideración hacia los demás.
Häfner, P. (2002). Kindergarten in nature and forest in Germany : an alternative to traditional kindergarten in the Pre-school education – Universidad de Heidelberg. Más info
Motricidad
Desarrollo motor
Realizar actividades sobre terrenos abruptos y heterogéneos fortalece la musculatura e incrementa el control sobre el cuerpo.
Jugar en la naturaleza mejora el equilibrio y la propiocepción. Además, en estas situaciones, los niños y niñas reciben una lluvia de estímulos que el cerebro procesa sin parar.
Varios estudios demuestran los efectos positivos sobre el desarrollo psicomotor y, sobre todo, la motricidad gruesa. Sin embargo, respecto a la motricidad fina, no se han detectado diferencias entre los niños y las niñas que estudiaron en una escuela al aire libre y aquellos que estudiaron en colegios ordinarios.
Gorges (2000b). Lettieri (2004). Kiener (2004). Fjortoft (2000). Kiener & Stucki (2001).
Grahn et al. (1997). Más info
Actitud
Actitud ambiental
En la educación infantil al aire libre todas las experiencias son reales. Los niños y las niñas van conociendo su entorno de manera vivencial: ven a las cigüeñas llegar en primavera, escuchan el canto de las abubillas que buscan pareja, se humedecen las manos con el rocío de la mañana cuando salen a recolectar flores de saúco para preparar la limonada que disfrutarán en la merienda…
Varios expertos han constatado que cuantas más experiencias directas tenga el niño o la niña con la naturaleza, más bienestar generará y más actitudes y comportamiento pro-ambiental promoverá.
Hallmann (2015). Corraliza, J. A., y Collado, S. (2016). Más info